Convento en alturaEl Ayuntamiento de Villarejo de Salvanés y la Comisaria de la Virgen de la Victoria firman un acuerdo sobre el uso y mantenimiento del Pradillo del Convento, una finca perteneciente a la Comisaria de la Virgen que representa al pueblo de Villarejo de Salvanés.


Porque, ¿de quién es el santuario de la Virgen de la Victoria y el Pradillo del Convento?

La respuesta parece sencilla: del pueblo de Villarejo. Sin embargo, esta propiedad encierra una de las historias más peculiares de nuestro municipio:
Fue el Comendador Mayor de Castilla de la Orden de Santiago, Luis de Requesens quién mandó construir el templo. Requesens luchó en la famosa Batalla de Lepanto contra los turcos y allí asumió el importante papel de lugarteniente del héroe de Lepanto, D. Juan de Austria.
Luis de Requesens mandó construir el Santuario como agradecimiento a la Virgen por la victoria cristiana en Lepanto, y encargó a la orden franciscana el cuidado del templo y del convento. El Convento siempre fue propiedad de la Encomienda y no de los franciscanos.

La Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, fue un proceso en el que el Estado expropió a la iglesia y a las órdenes religiosas sus bienes y tierras para subastarlos posteriormente y obtener beneficios. El Convento, como el resto de nuestros edificios históricos, fue uno de esos bienes y salió a subasta pública. Pero el lugar donde estaba la patrona era especial para la gente, que no quería que terminase en manos privadas. Legalmente el Ayuntamiento no podía hacer la compra. La solución fue realizar una colecta popular para comprarlo, aunque fue Gregorio Téllez quien figurara como comprador, en nombre del municipio de Villarejo de Salvanés. De esta manera, el Santuario pasó a ser propiedad del pueblo de Villarejo y hoy día sigue siendo gestionado por la Comisaria de la Virgen, en representación del pueblo, al que pertenece.

¿Y el Pradillo del Convento también es propiedad de la Comisaria de la Virgen?
La respuesta es sí. Esta plaza no pertenece al Ayuntamiento, aunque la Comisaria siempre ha permitido su uso a los vecinos del municipio y el Ayuntamiento realiza las tareas de mantenimiento necesarias como limpieza o jardinería.
Lo que hasta este momento dependía de las buenas relaciones de ambas partes, se transforma ahora en un acuerdo, por escrito, que debe ser cumplido.
Según el convenio que acaba de firmarse, la Comisaria cede al Ayuntamiento el uso de la plaza del Pradillo para el disfrute público, permitiendo la libertad de tránsito de viandantes, así como la realización de actos de naturaleza pública organizados o autorizados por el Ayuntamiento, exceptuando, eso sí, actos de carácter político como reuniones, mítines, asambleas, concentraciones o manifestaciones, así como actos que puedan contravenir el culto a la imagen, o aquellos que pudieran afectar la sensibilidad religiosa y los valores culturales de la sociedad.
Eso sí, cuando el Ayuntamiento organice algún evento en este lugar, debe comunicárselo con siete días de antelación a la Comisaria.
El convenio dice también que el Ayuntamiento se compromete a la realización de obras de reforma y acondicionamiento de «la plaza del Pradillo», que deben ser autorizadas y aceptadas por la Comisaria.
El Ayuntamiento asumirá, ahora sí, por la obligación adquirida con este convenio, la realización de las labores de mantenimiento, limpieza y jardinería del Pradillo, incluyendo mobiliario e iluminación.
Este convenio tiene una duración de 50 años, aunque podrá ser modificado de mutuo acuerdo si las partes así lo desean.

 

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