Poco a poco y con gran esfuerzo por parte de las administraciones locales, los edificios históricos del municipio van recuperándose. Lo que hace no mucho tiempo eran lugares en desuso, van poco a poco renaciendo para recordarnos de dónde venimos y quiénes somos en realidad, y especialmente para ser utilizados en el siglo XXI.
La última gran noticia relativa a esta recuperación de nuestros monumentos es la compra de una nueva parte de la Casa de la Tercia. El pasado pleno del día 27 de enero, el Pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad de todos los partidos políticos el Proyecto 2 de la segunda fase de rehabilitación de la Casa de la Tercia y se aprobó también, por unanimidad, pedir financiación a través del Programa de Inversión Regional (PIR) antiguo PRISMA para afrontar la rehabilitación.
En el siglo XIX, en España, se puso en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que habían pertenecido a la Iglesia Católica y a las Órdenes Religiosas, las manos poderosas del Antiguo Régimen. Son las llamadas Desamortizaciones. A Villarejo también le afectó aquel proceso. La Casa de la Tercia, edificio levantado por los caballeros de la Orden Militar de Santiago, como residencia y como lugar de almacenamiento y transformación de los productos de la tierra, terminó vendiéndose a particulares en el siglo XIX, por orden de la Desamortización. Al principio fue adquirida por una familia de terratenientes del pueblo, pero luego, sus dueños la fueron vendiendo por trozos, y la gran Casa de la Encomienda o Casa Tercia, terminó teniendo muchas propiedades.
En este proceso de recuperación pública, primero se adquirió lo que hoy funciona como Museo Etnográfico y Sala de Exposiciones, que es una buena parte de las antiguas bodegas y el granero de la Casa. Lo que se rehabilitó fue solo una primera fase. Había otro tramo de la Casa que no se pudo rehabilitar, aun siendo también municipal, porque había partes en medio que eran de propiedad privada. Desde el principio, se alertó de la importancia de seguir restaurando, ya que la parte vieja estaba en tan malas condiciones que el peligro era que pudiera afectar a la zona ya rehabilitada y dañarla.
Ahora se da un paso más para solucionar esta amenaza. El Ayuntamiento de Villarejo de Salvanés ha llegado a un acuerdo con el propietario para adquirir las estancias que son necesarias para continuar con la rehabilitación del edificio.
El Ayuntamiento ha adquirido la propiedad por un precio de adquisición de 41.352,55-€, lo que permitirá por fin continuar restaurando la histórica Casa. El pasado pleno del día 27 de enero, se aprobó por unanimidad el Proyecto 2 de la segunda fase de rehabilitación de la casa de la tercia y se aprobó también, por unanimidad pedir financiación a través del Programa de Inversión Regional (PIR) antiguo PRISMA para dichas obras cuyo coste asciende a poco más de 700.000 euros.
Con la restauración se pretende recuperar por completo la bodega y los graneros, y también afecta al patio columnado y al patio trasero. No se recupera todo el patio, ya que hay un pico propiedad particular que aún no se ha podido adquirir.
A partir de ahora, el edificio se hará accesible a las personas con discapacidad, algo que también quedó pendiente con la primera fase. Las obras aportarán, seguro, nuevos datos arqueológicos e históricos sobre la Casa de la Tercia.
Un edificio vivo
La Casa de la Tercia se ha convertido en todo un referente cultural en el municipio. Desde que se abrió el Museo y la Sala de Exposiciones, el edificio ha tenido más de 45.000 visitas contabilizadas. Además de la exposición permanente del Museo, que tiene que ver con los modos de vida rurales, la variedad de las muestras temporales hacen que siempre haya una excusa nueva para volver a la Tercia. En este edificio se ha contado qué vino a hacer aquí el mítico general Prim, qué le ocurrió a la iglesia de San Andrés, cómo se vivía del esparto; se han expuesto maquetas de barcos, modelos de aeromodelismo, insectos, gigantes y cabezudos… Hasta veintitrés exposiciones, a las que se han unido en esta casa, conciertos de música clásica, danza, conferencias, encuentros de historiadores…
¿Qué es la Tercia?
La Casa de la Tercia representa uno de los ejemplos más logrados de arquitectura civil castellana. Se trata de un edificio austero de grandes dimensiones en el que prima lo funcional frente a lo ornamental, una construcción pensada para dar perfecta cobertura a su orientación administrativa y económica.
La fecha exacta de su construcción es todavía una incógnita, aunque todo indica que se debió iniciar en el momento en que Villarejo de Salvanés se convirtió en cabeza de la Encomienda Mayor de Castilla. Los recientes estudios arqueológicos efectuados en el ala este del edificio con motivo de su rehabilitación, han puesto de manifiesto la existencia de un edificio anterior a la construcción del que actualmente puede apreciarse. Se han podido identificar las cimentaciones de una estancia adosada al muro exterior de la bodega y de la que los textos del s. XVI no hablan, puesto que en ese momento la casa presenta más o menos la configuración que hoy podemos ver. Este hecho, junto con las ventanas abocinadas que se abren en los dos cuerpos principales de la Casa, hace pensar que el edificio se encontraba en pie con anterioridad a la fecha de 1554. Presidiendo la puerta principal del edificio actual, se dispone, en lo más alto, el escudo real de los Austrias y, más abajo, en ambos flancos del balcón situado sobre la puerta, se disponen dos escudos de armas de los Zúñiga-Avellaneda, lo que ha llevado a pensar que el edificio, tal y como lo conocemos, fue construido durante el periodo en que fue Comendador Juan de Zúñiga y Avellaneda, entre los años 1534 y 1545.
La Casa de la Tercia disfrutó siempre del máximo cuidado por parte de los sucesivos comendadores debido al servicio que prestaba a los intereses de estos y de la propia Encomienda. Esto hacía que, ante cualquier desperfecto o deterioro de sus instalaciones, se procediera rápidamente a su reparación o mejora. De hecho, en una fecha tan tardía como 1763, se repusieron las tinajas de la bodega, tal y como aún puede observarse en una inscripción grabada en el interior del muro este de la misma. Este hecho nos habla de que el edificio estaba en pleno uso pocas décadas antes de su desamortización y que las inversiones se seguían produciendo.
Fue rehabilitado en el año 2011 y actualmente, en su bodega, alberga un Museo Etnográfico dedicado a mostrar los procesos tradicionales de producción agroalimentaria los relacionados el cereal, la vid y el olivo, productos estos de gran importancia económica en Villarejo de Salvanés. La sala de audiovisuales cuenta con una pantalla de cristal inteligente sobre la que se proyecta un vídeo didáctico sobre el Museo y la Historia del municipio.