La ribera del Tajuña celebra este verano la IX edición del Certamen de novilladas sin picadores, uno de los más importantes de España.
El certamen de novilladas sin picadores celebra su novena edición habiendo comenzado su andadura hace nueve años con la participación de los municipios de Tielmes y Perales de Tajuña al que se unió un año después el municipio de Valdelaguna. En esta nueva edición también se han incorporado los municipios de Morata de Tajuña, Valdilecha y Villarejo de Salvanes, lo que hace que, si anteriormente ya era importante en este tipo de certámenes, se convierta uno de los certámenes más importante de todos los que se celebran en España por el número de festejos que se celebran, el número de municipios que participan de forma coordinada, el número de escuelas taurinas representadas, este año un total de 14 o el número de novilleros, en este año 24 novilleros.
Además la importancia del certamen no solo se queda en territorio nacional ya que en el mismo han participado alumnos de escuelas de Francia, Portugal y de países de Sudamérica.
El valor del certamen se ve considerablemente aumentado por las ganaderías que en el mismo se lidian y que este año serán Flor de Jara en Valdelaguna, Baltasar Iban y Belén y Blanca Ortega Ortega en Tielmes, el Torreón en Perales de Tajuña y una segunda novillada que este año será una novedad con un concurso de ganaderías, José González Jimenez en Morata de Tajuña, Alcurrucén-Hnos. Lozano en Valdilecha, San Isidro y Saltillo en Villarejo de Salvanés.
Para la evaluación de los novilleros y de las ganaderías el certamen cuenta con un jurado compuesto por aficionados con conocimientos suficientes y profesionales del mundo del toro, tanto matadores como representantes de medios de comunicación. De entre los miembros del Jurado cada municipio estará representado por una persona que ellos propongan.
El certamen se irá celebrando a lo largo del verano, desde el día 17 de julio en Valdelaguna hasta el 8 de octubre, en que se celebrará la final en Villarejo de Salvanes, coincidiendo con las fiestas patronales de los municipios que la componen. De esta forma, el certamen tiene la virtud de establecer, a través del mundo del toro, lazos entre municipios vecinos, que siempre han conservado, a lo largo del tiempo, un especial cariño por esta fiesta y la han mantenido como una de sus grandes tradiciones.